Usa las manos en párkinson, descubrirás cómo un gesto tan simple puede mejorar tu estabilidad y evitar caídas.
Si te bloqueas al caminar o sientes que te falta estabilidad, esto puede tener una explicación fisiológica: el párkinson reduce la dopamina, y con ella se pierde la capacidad de movernos de forma automática. A esto se suma una menor percepción sensorial y de orientación.
¿La solución? Usar las manos como antenas. Al tocar una superficie antes de moverte, estás enviando información a tu cerebro para crear un mapa corporal claro y seguro. Ya sea al levantarte, girarte o sentarte, ese gesto anticipa el movimiento y evita caídas.
Y si usas andador, hay una razón clave para apoyarte antes de avanzar: así adelantas tu centro de gravedad y evitas las caídas hacia atrás. Esta estrategia es vital para personas con inestabilidad postural o bloqueo de la marcha, pero útil para todos.