La respiración en párkinson puede estar afectada por disfunción respiratoria, debido a la rigidez y debilidad muscular.
La dificultad para coordinar la respiración puede implicar cambios en el habla y en la voz, incluso puede afectar en el proceso de deglución de los alimentos, apareciendo un desequilibrio en el control del aire a la hora de tragar. Uno de los ejercicios para favorecer el equilibrio respiratorio son los de respiración profunda.