La adicción al móvil en personas con párkinson

La adicción al móvil en personas con párkinson puede reforzarse por la impulsividad y la inactividad, desplazando rutinas vitales como el ejercicio o socializar.

El teléfono móvil se ha convertido en una herramienta imprescindible en nuestro día a día. Para las personas con párkinson, esta tecnología puede ofrecer ciertas ventajas, como el acceso inmediato a información, entretenimiento o contacto con otras personas sin necesidad de moverse físicamente. Sin embargo, esta comodidad también puede ocultar una trampa: la adicción al móvil.

Algunas personas ya presentaban una conducta de uso excesivo del móvil antes del diagnóstico. En estos casos, la enfermedad puede intensificar esta preferencia, ya que el deterioro físico progresivo y la fatiga pueden hacer que se reduzca la participación en actividades que exigen más esfuerzo, como salir a la calle, socializar o hacer ejercicio. Así, el móvil se convierte en una especie de refugio, cómodo y siempre disponible.
Además, muchas personas con Parkinson experimentan cambios en el control de impulsos. Esto puede hacer que pasen largas horas en juegos on-line o realizando compras a través del dispositivo, sin ser del todo conscientes del tiempo invertido ni del impacto que esto tiene en su bienestar general. No es raro ver cómo estas actividades, que en principio parecen inofensivas, van desplazando otras más saludables, como mantener una rutina de ejercicios, conversar cara a cara o simplemente disfrutar del entorno.
La adicción al móvil, aunque no produce temblores ni rigidez, también puede limitar la autonomía y calidad de vida. Por eso, es importante detectar esta tendencia y plantear alternativas que permitan seguir conectados con el mundo real: actividades grupales, talleres presenciales, llamadas telefónicas más personales, paseos cortos al aire libre o incluso el uso del móvil, pero con fines más activos y creativos, como hacer fotografías, escuchar música en movimiento o seguir rutinas de ejercicio guiadas.
Estar conectado no debe significar estar encerrado en una pantalla. Hay muchas formas de mantener vínculos, intereses y motivaciones más allá del móvil. El reto está en descubrirlas y hacerlas accesibles para cada persona.

La adicción al móvil en personas con párkinson

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