Frenar el párkinson con la ayuda de tres aspectos fundamentales: el tratamiento farmacológico, el tratamiento no farmacológico y el apoyo familiar.
A toda persona con párkinson le preocupa el avance que pueda tener la enfermedad. De qué manera se va a deteriorar y qué puede hacer para evitar el deterioro. Por desgracia, evitar el deterioro, en la actualidad, es imposible. Lo que si podemos conseguir es enlentecer la enfermedad para que su avance vaya lo más lento posible.
Para conseguir que la enfermedad avance lo más despacio posible será necesario, en primer lugar, que el tratamiento farmacológico esté bien ajustado. Para ello es imprescindible el contacto y la confianza con nuestro servicio de neurología.
Otro de los aspectos a tener en cuenta es el tratamiento no farmacológico: fisioterapia, logopedia, estimulación cognitiva, atención psicológica… Todas estas terapias se complementan con la medicación y una no debe excluir a la otra.
En tercer lugar, y no por ello menos importante, el apoyo familiar. Mantener una buena red de apoyo familiar garantiza una mejor adaptación a la enfermedad y adherencia al tratamiento tanto farmacológico, como a las terapias no farmacológicas.
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