Cuando no tienes apoyo

Cuando no tienes apoyo de nadie para cuidar a una persona con párkinson o parkinsonismo, la situación se complica mucho. El síndrome del cuidador tendrá más impacto.

Cuidar a una persona con párkinson o parkinsonismo requiere de mucha atención y dedicación, sobre todo en los casos en los que la enfermedad ha llegado a estados más avanzados y la persona tiene un alto grado de dependencia. Lo ideal es que las tareas de cuidado puedan repartirse entre varias personas para evitar la carga que suponen las múltiples tareas. Sin embargo, existen casos en los que la persona encargada de los cuidados se encuentra en una situación en la que no puede disponer de ningún tipo de apoyo. Sea por las circunstancias que sean, no hay familiares disponibles, no tiene amigos de confianza con los que poder contar de manera puntual y/o si situación económica es complicada y no puede acceder a cuidadores externos.

Ser la única persona a cargo de los cuidados supone un riesgo tanto para la persona afectada como para la propia persona cuidadora. El riesgo de sufrir el Síndrome del Cuidador o Cuidador Quemado, aumenta de manera importante, lo que puede ocasionar: agotamiento físico, estrés emocional, Despersonalización, aislamiento social, problemas de salud, falta de energía y motivación.

En el vídeo que acompaña este texto se enumeran algunas alternativas para poder minimizar los efectos del Síndrome del Cuidador, para aquellas personas que se encuentran solas a cargo de los cuidados de una persona con párkinson o parkinsonismo. Estas alternativas son: Aceptar que se experimentarán los síntomas del Cuidador Quemado. Hablar y razonar con la persona a la que se está cuidando, siempre que la situación lo permita. Crear un espacio seguro dentro del hogar para intentar desconectar de las tareas de cuidado. Buscar información y ayudas públicas sobre la situación de dependencia. Por último, aprovechar la tecnología en favor de uno mismo.

Cuando no tienes apoyo
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