4 estrategias para reducir la adicción al móvil en párkinson: Ten horarios de uso, controla las notificaciones, busca actividades diferentes y momentos sin móvil.
Contenido: Hoy en día, los teléfonos móviles forman parte de nuestra vida cotidiana. Nos ayudan a mantener el contacto con familiares y amistades, acceder a información útil, entretenernos y organizar nuestras actividades. En muchos casos, incluso son herramientas importantes para el seguimiento de la salud. Sin embargo, también es cierto que su uso excesivo o poco regulado puede generar malestar, aislamiento e incluso una forma de dependencia. Esto puede ser especialmente delicado en personas con enfermedad de párkinson, donde los cambios en la atención, el estado de ánimo o la motivación pueden hacer que el móvil se convierta en una vía de escape poco saludable.
Para evitarlo es recomendable seguir estas estrategias, para mantener un uso adecuado del móvil:
- Establecer horarios fijos de uso
Por ejemplo, usarlo solo después de haber realizado ciertas actividades importantes, como el desayuno, una caminata o una tarea del hogar. Esto ayuda a poner orden y evita que el móvil sea lo primero o lo único que se hace durante el día. Puede ser útil también usar alarmas o recordatorios que marquen cuándo empezar y cuándo dejar de usarlo. - Reducir notificaciones y eliminar aplicaciones innecesarias
Muchos móviles están configurados para enviar notificaciones constantemente: mensajes, noticias, redes sociales, juegos, recordatorios de aplicaciones que ni usamos… Esto genera una estimulación continua que interrumpe otras actividades, fomenta la distracción y, en muchos casos, crea una necesidad de estar mirando el móvil a cada rato “por si acaso”.
Una forma sencilla de reducir esta sobrecarga es desactivar las notificaciones que no sean realmente necesarias. También es recomendable hacer una pequeña limpieza de aplicaciones: eliminar o desinstalar aquellas que no se usan o que generan malestar (como ciertos juegos o redes sociales que provocan ansiedad o frustración). - Proponer actividades alternativas y atractivas
No basta con reducir el uso del móvil: hay que ofrecer otras opciones. Es importante proponer actividades agradables y estimulantes que puedan hacerse sin pantalla y, a ser posible, en compañía. Algunas ideas pueden ser: juegos de mesa, lectura en voz alta, paseos, manualidades, música, cocinar juntos o cuidar plantas. - Pactar momentos en los que no se usa el móvil
Otra estrategia clave es acordar entre todos ciertos momentos del día en los que no se usará el móvil. Por ejemplo: durante las comidas, en reuniones familiares o cuando se está realizando una actividad conjunta. Estos “momentos sin móvil” favorecen la conexión con los demás, mejoran la calidad de las conversaciones y fortalecen los vínculos.
Estas estrategias no buscan eliminar por completo el uso del móvil, ni imponer normas estrictas. El objetivo es fomentar un uso más consciente, equilibrado y saludable, que respete los ritmos y necesidades de cada persona. El móvil puede seguir siendo una herramienta útil y divertida, pero debe ocupar un lugar razonable dentro del día a día.