La iniciativa del cuidador en el párkinson es fundamental para producir cambios en la persona afectada. Además, de ayudar a la aceptación de la enfermedad.
Sabemos que el Parkinson afecta a muchas áreas de la vida de quien lo padece. Cambiar hábitos y adaptarse a nuevas rutinas no es fácil, especialmente cuando la motivación y la iniciativa de la persona enferma pueden verse afectadas. Por eso, aquí es donde el rol del cuidador es fundamental.
Una de las primeras cosas que debemos entender como cuidadores es que no podemos esperar que la persona con Parkinson tome siempre la iniciativa para adaptarse a los retos que presenta la enfermedad. Claro, en una situación ideal, la persona afectada estaría motivada para hacer ejercicio, seguir sus tratamientos, realizar actividades de estimulación cognitiva o emocional, pero la realidad del Parkinson no funciona así.
Es fundamental que las personas cuidadoras tengan la iniciativa para crear nuevos hábitos y cambiar conductas, para ayudar a la persona con párkinson a adaptarse a los síntomas que le impone la propia enfermedad.