Cómo no dejarlo para más tarde o cómo dejar de procrastinar. Tres sencillos consejos para ayudarte a ser proactivo en tu día a día.
¿Quién no ha dejado algo para más tarde? A todas las personas nos ocurre que hay actividades y tareas que nos resultan más pesadas, aburridas, difíciles…, y optamos por dejarlas para más tarde. Es algo común y que pasa en muchas ocasiones.
No tiene nada que ver con la vagancia o ser una persona descuidada o poco organizada o incluso desinteresada. Procrastinar (que así es como se llama lo de dejarlo para más tarde) tiene mucho más que ver con las emociones que sentimos al realizar o no realizar una tarea que con el esfuerzo en si.
Cuando dejamos algo para más tarde y sentimos que está justificado, la sensación de bienestar por haber evitado hacer la tarea nos inunda. Pero esta sensación es momentánea y no tardará en cambiar a una sensación de culpa y malestar por tener que hacer la tarea o por la percepción de no poder retrasarla más tiempo.
A corto plazo, dejar las tareas para más tarde no tiene consecuencias negativas. A largo plazo comenzarán a surgir problemas como: ansiedad, depresión, estrés…; al percibir que no somos capaces de conseguir nuestros objetivos y llevar una rutina en nuestras tareas diarias.
Existen tres pautas que van a ayudar a romper el ciclo vicioso de procrastinación. Son muy sencillas y no necesitas complejos sistemas de gestión del tiempo, ni motivación para hacerlo, ni siquiera tendrás que planificarlo. En este vídeo te explicamos cuáles son y cómo realizarlas.
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