Aceptar la enfermedad de párkinson es un proceso complejo que atraviesan tanto las personas con la enfermedad como los familiares cercanos que conviven con ella.
Contenido: La aceptación de una enfermedad neurodegenerativa, como el párkinson, es un proceso emocionalmente complejo. El diagnóstico provoca un duelo similar al de una pérdida, con etapas como negación, ira, negociación, depresión y aceptación. La pérdida de la independencia y la capacidad para realizar actividades cotidianas genera frustración y tristeza en la persona, afectando su autoestima y percepción de sí mismo.
El proceso de aceptación no es exclusivo de la persona con párkinson. Los familiares y cuidadores también sufren, experimentando estrés, ansiedad e impotencia al ver el avance de la enfermedad. Además, la atención constante puede llevar al agotamiento emocional y físico.
Aceptar la enfermedad implica aprender a vivir con ella, encontrar nuevas maneras de mantener una buena calidad de vida y buscar apoyo emocional. Tanto el paciente como sus seres queridos necesitan redes de apoyo, como grupos de ayuda o terapia, para afrontar juntos los desafíos del párkinson. La resiliencia y el apoyo mutuo son esenciales para enfrentar esta enfermedad.