El ocio forma parte de nuestras vidas. Algo que se puede realizar de tantas formas como personas hay en el mundo.
Los momentos de ocio van cambiando a lo largo de las etapas de nuestra vida y no siempre nos van a interesar las mismas actividades. Por eso vamos cambiando y adaptando nuestros gustos.
En la enfermedad de párkinson, el ocio es una parte importante, porque ayuda a combatir los estados emocionales apáticos. Sin embargo, la enfermedad va a entorpecer muchas de las actividades que desarrollábamos anteriormente. Nos obliga a adaptar nuestras actividades de ocio a las condiciones de la enfermedad. El peligro está en pensar que no podemos hacer nada o no nos merecemos tener momentos de ocio. Por eso es importante que seas consciente de los beneficios al tener al día tiempo para dedicarle al ocio.