La impulsividad en párkinson es algo común que forma parte de la enfermedad y que puede ser consecuencia de algún efecto secundario de la medicación.
Uno de los síntomas no motores que puede pasar desapercibido o ser una gravedad tan alta que desestructure la dinámica familiar, es el trastorno de control de impulsos que puede manifestarse de diferentes formas. Con Hipersexualidad, compras excesivas, comer de manera compulsiva o juego patológico. Además, también se pueden dar conductas compulsivas como el hobismo o el punding. A todo esto, se le añade el síndrome de disregulación dopaminérgica que se da en la enfermedad de párkinson.
Es importante conocer los factores de riesgo que pueden desencadenar las conductas impulsivas y tener en cuenta que es algo que forma parte de la enfermedad y que se debe tratar tanto a nivel farmacológico como psicológico.