Una buena articulación y vocalización nos permite mantener una comunicación eficaz y agradable con los demás.
En la enfermedad de Parkinson aparecen dificultades en la musculatura que interviene en la fonación, por lo que la conversación se puede volver incomoda al no comprender que nos están diciendo.
Es recomendable trabajar diariamente para conseguir una comunicación inteligible, además de conseguir una mayor autoestima en el afectado de Parkinson logrando que se encuentre cómodo y no evite las conversaciones.