Debido a la rigidez que causa la Enfermedad de Párkinson, con ejercicios de movilidad lingual, mandibular, labial y del velo del paladar, conseguimos ejercitar la musculatura afectada obteniendo una mejor articulación y control de estos, ya que estos músculos intervienen en la fonación y en la deglución.
Realizar los ejercicios primero de forma lenta y repetir aumentando la velocidad.