Las dificultades en la deglución de líquidos y sólidos es un problema importante que interfiere en la calidad de vida de las personas que la sufren y no siempre se tienen en cuenta por el desconocimiento de estas.
Cuando hablamos de disfagia no solo hablamos de la dificultad en el trago, sino que las dificultades pueden aparecer antes de la deglución como en la preparación del bolo o en la manipulación de los alimentos dentro de la boca. Ante cualquier signo de alerta, debemos recurrir al especialista (otorrinoralingólogo) para descartar posibles alteraciones.
El logopeda realizará una valoración de la musculatura que interviene en el proceso de deglución y llevara un control junto con el afectado, familiar o cuidador de las comidas. Además, se entregarán pautas y se formará al familiar y/o cuidador y al propio afectado enseñando maniobras deglutorias, técnicas de compensación, cambios en el control de las consistencias etc.
El objetivo será proporcionar al afectado una mejor calidad de vida reduciendo el riesgo de atragantamientos, infecciones respiratorias, evitando la deshidratación y malnutrición. Además de ganar confianza durante sus degluciones, elimina la ansiedad o tensión que esto puede provocar ante cualquier ingesta de líquido o sólido.